martes, 5 de junio de 2012
Un canto a la vida
Ama
la Vida.
Ni
el principio ni el fin saben
De
qué causa proviene;
Pues
no tiene ni principio ni fin.
La
Vida es.
En
la realización de la Vida no hay muerte,
Ni
el dolor de las grandes soledades.
La
voz melodiosa, el grito de desconsuelo,
La
risa, y el lamento de aflicción,
No
son más que la Vida que camina a su colmo.
Mira
en los ojos de tu prójimo
Y
únete con la Vida;
Allí
está la inmortalidad,
La
Vida eterna, inalterable.
La
penosa carga de la duda
Y
el aislado temor de la soledad
Son
para aquél que no ama la Vida;
Para
él no hay más que muerte.
Ama
la Vida,
Y
tu amor no sabrá de corrupción.
Ama
la Vida, y tu juicio te sostendrá.
Ama
la Vida, y no te desviarás
Del
sendero de comprensión.
Cual
los campos de la tierra están divididos,
El
hombre hace divisiones en la Vida,
Creando
así el dolor.
No
rindas culto a los antiguos dioses
Al
pie de altares con incienso y flores;
Ama
la Vida con gran júbilo;
Grita
en el éxtasis de la alegría.
No
hay nada que embarace la danza de la Vida.
Yo
soy de esa Vida, libre, inmortal,
El
Origen Eterno.
Y
esa Vida es la que canto.
Krishnamurti.
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